La Corte Constitucional de Ecuador ha marcado un hito histórico al decidir despenalizar la eutanasia en el país. En una decisión sin precedentes, el miércoles pasado falló a favor de declarar constitucional el derecho de las personas a solicitar la muerte asistida en casos de intenso sufrimiento debido a una lesión corporal grave e irreversible o a una enfermedad incurable.

El fallo, con siete votos a favor y dos en contra, declara la constitucionalidad condicionada del artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal, referente al homicidio simple, permitiendo que los médicos que practiquen la eutanasia no sean penalizados. Además, se reconoce el derecho a la objeción de conciencia de los médicos que no deseen realizar el procedimiento.

La sentencia también insta al Defensor del Pueblo a preparar un proyecto de ley que regule los procedimientos eutanásicos en un plazo de seis meses, el cual será debatido por la Asamblea Nacional en un plazo máximo de 12 meses para su aprobación. Asimismo, solicita al Ministerio de Salud expedir un reglamento que regule el procedimiento de la eutanasia activa voluntaria en un plazo de dos meses.

Este histórico fallo surge a raíz de la solicitud de Paola Roldán Espinosa, una mujer de 42 años diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa incapacitante. Su lucha por la despenalización de la eutanasia reunió a un equipo de abogados que abanderaron su causa.

La decisión de la Corte establece que, para acceder a la muerte digna, la persona debe expresar su consentimiento libre e informado, o a través de su representante en caso de no poder hacerlo. Además, la solicitud de eutanasia debe estar motivada por un intenso sufrimiento debido a una enfermedad grave e incurable.

Con esta determinación, Ecuador se une a la lista de países que han despenalizado la eutanasia, siguiendo el ejemplo de naciones como Colombia, Bélgica, Países Bajos y España, entre otros. La medida representa un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de los pacientes y en la ampliación de la libertad individual para decidir sobre su propia salud y bienestar.